Una fuerte imagen se viralizó en las últimas jornadas en redes sociales y medios españoles:miles de peces, sobre todo carpas, ejemplares que se encontraban agonizando en el canal que une los embalses de Entrepeñas y Buendía. La situación se generó después de que se cerrara el paso de agua por esa canalización.
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El canal que une los dos embalses se abrió hace dos meses, por primera vez en 28 años, tras las continuas lluvias caídas en la zona. Ahora, la falta de agua se ha convertido en una trampa mortal para miles de ejemplares. Rápidamente se movilizaron bomberos de Diputación de Guadalajara, agentes medioambientales, técnicos de la Confederación y muchos voluntarios para tratar de salvar a los peces, buscando llenar las bolsas con las carpas y transportarlas a un camión para soltarlas en los pantanos. Entre los que formaron parte del rescate existe la idea de que este desastre ecológico es fruto de una mala planificación. Según señalan, las labores para sacar los peces pueden durar días, porque son cientos. Mientras tanto, el Servicio de Protección de la Naturaleza ya ha comenzado a trabajar para tratar de averiguar cómo se ha podido producir. Se trata de una unidad especializada de la Guardia Civil española que se dedica a la protección de la naturaleza y el medio ambiente.
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La situación motivó la preocupación de la Red del Tajo, una organización ciudadana virtual, sin jerarquía, que coordina la defensa de la salud de los ecosistemas fluviales de la cuenca del río homónimo. Desde allí no dudaron en denunciar lo ocurrido en el canal y aseguran que en un minuto la decisión de la Confederación del Tajo dejó seco el cauce provocando el varamiento de miles de peces. Además de solicitar al Ministerio de Transición Ecológica que tome cartas en el asunto para que algo así no vuelva a ocurrir, señalaron que de no ser por la rápida actuación de las docenas de voluntarios que se han presentado, la zona sería un cementerio gigante, que albergaría un problema de salubridad.
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La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) ha defendido este sábado 24 que el cierre del canal Entrepeñas-Buendía se ha hecho de forma gradual y no ha habido hasta el momento "ninguna mortalidad significativa" de peces. En un comunicado, la CHT ha explicado que se abrió la compuerta el pasado marzo por primera vez en 28 años debido a las lluvias y ha ido disminuyendo progresivamente hasta este viernes 23, cuando se interrumpió el trasvase. Tras cerrar las compuertas, se constató la presencia de numerosos ejemplares de carpa atrapados en pozas desconectadas del curso de agua, tal y como denuncia la Red del Tajo. Según la confederación, tras ver los ejemplares se procedió a la reapertura de las compuertas para permitir el paso de un caudal de 900 l/s. "Esta acción permitió que muchos de los ejemplares varados pudiesen movilizarse aguas abajo", afirma. Subrayan que la mayor parte de los ejemplares son de carpa común, una especie exótica invasora, lo que implica "que la pérdida de ejemplares de dicha especie (sin haber sido este el caso que nos ocupa), aun tratándose de un pez de un gran valor para las actividades de pesca deportiva, no puede considerarse, en ningún caso, como una catástrofe o atentado, tal y como se ha apuntado desde la Red del Tajo. Además, han advertido que abrir el trasvase de nuevo "podría ser contraproducente" al propiciar de nuevo el remonte aguas arriba de los ejemplares a zonas sin retorno posible "en un momento de disminución de aportaciones".
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