La ventaja de las embarcaciones cabinadas frente a las denominadas “open”, es decir las de proa abierta, es que permiten permanecer a bordo por más tiempo durante el día e incluso pasar una o dos noches en el río, dependiendo de las comodidades del modelo.

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Si bien no todos los astilleros locales tienen en su catálogo una lancha con camarote debido a que el público es mayormente afecto a las open, en los últimos años se viene notando un crecimiento del segmento, impulsado por quienes buscan disfrutar con hijos pequeños, o bien por parejas que prefieren pasar un fin de semana a bordo antes que alquilar cabañas o dormis en el Delta, lo que les da mayor libertad de acción a pesar del espacio reducido, una forma distinta de gozar del aire libre.
Cualquiera sea el modelo y la marca, tanto en deportivos como en los llamados trucker (ver calle “Diferencia de cascos”), las cabinadas tienen en común que vienen equipadas con un baño químico o náutico, y asientos en el camarote que, con un suplemento entre ellos, funcionan como una cama para dos adultos y un pequeño, dependiendo de la eslora y la manga.

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En función de estas medidas es que la embarcación también puede disponer del baño compartimentado, con lavamanos, mueble para anafe y alacena bajo mesada. Otros rios pueden ser bacha en cockpit, y mesa en popa (con la misma tabla que hace de cama).
Modelos disponibles
Arco Iris: cuenta con tres cabinadas con casco en V profunda denominadas cuddys. La más pequeña, la Eclipse 18, tiene 5,36 m de eslora y 2,11 de manga, siendo apta para motores fuera de borda de 90 a 150 HP.
Ideal para iniciarse en este tipo de embarcaciones. Un inodoro químico es opcional entre los asientos de proa. Y tiene capacidad para seis personas (dos a tres en camarote). En tanto, la Eclipse 20 ya es una embarcación mayor, de 5,98 x 2,31 m, para fueras de borda de 115 a 200 HP y 8 personas (2 a 3 en camarote).
Nota completa en la edición 490 de Weekend, julio de 2013. Si querés suscribirte a la revista y recibirla en tu domicilio, clickeá aquí.
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