La histórica casa-museo de Tucumán, sitio en el que se declaró la Independencia de nuestro país en 1816, volvió a recibir visitantes a partir del pasado sábado 6 de febrero. Sus puertas estarán abiertas viernes, sábados y domingos de 17 a 21.
Ubicada en pleno centro de la capital provincial y sede del Museo de la Independencia, se estableció un protocolo de visitas de 50 minutos, media hora destinada a las salas y los 20 minutos restantes para recorrer los patios. Esto incluye, todos los sábados a las 19, shows de distintos artistas locales en este último ámbito. Además, los viernes y sábados a las 20.45 se volverá a hacer el espectáculo de luz y sonido que cuenta la gesta patria.
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El museo consta de nueve salas de exposiciones, en las que se exhiben muebles y vestuario de época, una reproducción de la edición manuscrita del Acta de la Independencia y también la exhibición ajustada a la disposición del mobiliario durante las deliberaciones, mapas y cuadros. Se incluye una galería de retratos de los del Congreso.
Por su parte los patios, además de mostrar cómo eran los hogares en la época colonial, ya que esta hacienda perteneció a Francisca Bazán de Laguna, tienen el reflejo de distintos momentos de la epopeya histórica. La mitad está ocupada por la Galería de las Placas, donde pueden leerse centenares de recordatorios colocados por entidades públicas y privadas en homenaje a la Declaración de la Independencia. Su parte posterior es el Patio de Homenajes, abierto entre dos paredes que contienen dos grandes bajorrelieves realizados por la escultora tucumana Lola Mora: uno de ellos rememora los hechos de la Revolución de Mayo de 1810, más precisamente la manifestación popular del día 25; el segundo representa la votación por aclamación de la Declaración de la Independencia, del 9 de julio de 1816.
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El fondo del patio, protegido por una alta reja ornamentada, da a la Casa de la Independencia desde la calle. Desde allí accede el público en las ocasiones en que se realizan actos de homenaje; el patio posterior contiene también un mástil, en que se suele enarbolar la Bandera Nacional.
El espectáculo de luz y sonido tiene voces muy representativas de la cultura argentina de los años '60, como Alfredo Alcón, Eduardo Rudy y María Rosa Gallo. Además Mercedes Sosa, Jorge Rojas, Ariel Ramírez y Eduardo Falú aportaron su arte musical.
“Con un gran esfuerzo de todos los trabajadores y trabajadoras del país concretamos otro paso para la recuperación turística. La reapertura de la Casa de Tucumán, un lugar icónico y de orgullo para la Argentina, es una señal de que estamos recuperando nuestra actividad -afirmó el secretario ejecutivo del Instituto Nacional de Promoción Turística (INPROTUR), Ricardo Sosa-. Debemos destacar el esfuerzo que han realizado los responsables del funcionamiento de esta institución para que pueda reabrir y brindar servicios a los turistas argentinos”.
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