Roman Abramóvich es un multimillonario ruso conocido no solo por su increíble fortuna, sino por ser dueño del Chelsea Football Club de Inglaterra. Aun así, más allá del futbol, otro de sus grandes placeres son los yates. Recientemente acaba de agrandar su flota con la adquisición del Solaris, una embarcación de lujo que varios especialistas ubican entre las más grandes del mundo.
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El Solaris mide unos 140 metros de eslora, medida más que suficiente para dar cobijo cómodamente a 36 invitados, que se pueden repartir entre los 48 camarotes de lujo disponibles, que cuentan con terraza, vestidor, sala de estar y baño. Además, la embarcación tiene una tripulación fija de 60 personas.
Como es de esperar, todo en este yate desborda lujo y excentricidad. Sus 8 cubiertas ofrecen lugar suficiente para espacios dedicados al ocio y el placer, como piletas, un spa, un bar, varias áreas “chill out” y otras a modo de comedor, además de salón dedicado a eventos y fiestas. También cuenta con un helipuerto y un depósito para equipo deportivo como paddle surf y motos acuáticas.
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Más allá de esto, poca información ha trascendido sobre la configuración del interior del barco. Sí se sabe que los pasajeros podrán disfrutar de un gimnasio, un cine, una sala de juegos y un centro de estética.
El Solaris está equipado con motores de última generación que le permite alcanzar velocidades de 18 nudos. Además, sus hélices pueden girar 360 grados, lo que le da una increíble capacidad de maniobra durante las operaciones de atraque y salida de puertos.
Se estima que Roman Abramóvich pagó alrededor de 500 millones de dólares por el Solaris.
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