Un reciente informe de la NASA encendió las alarmas en América del Sur ,ya que un equipo de científicos de la NASA detectó una intensificación de la Anomalía Magnética del Atlántico Sur (AMAS), una zona donde el campo magnético de la Tierra se encuentra especialmente debilitado. Entre los países que podrían sufrir consecuencias tecnológicas más severas se encuentran la Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay.

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Si bien la AMAS se monitorea desde hace más de 50 años, los drásticos cambios registrados en las últimas décadas en esta región del planeta han aumentado enormemente la preocupación entre los científicos, ya que, según los últimos reportes del National Centre for Environmental Information (NCEI) y del British Geological Survey (BGS), en el año 2023 la anomalía se desplazó 20 kilómetros hacia el oeste, a la vez que disminuyó aún más la intensidad magnética.

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“Este debilitamiento compromete a los satélites y obstaculiza la propagación de ondas de radio. Estos factores podrían provocar fallas en los sistemas de navegación y de comunicación, así como también, en la conectividad global. Se teme que el fenómeno continúe creciendo", señalaron los autores del estudio.

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El origen de la anomalía se atribuye a procesos naturales en el interior del planeta, mientras que, según afirmaron desde la NASA, las investigaciones indican que un gran depósito de roca densa bajo África estaría perturbando el flujo del hierro fundido en el núcleo externo terrestre, lo que altera la generación del campo magnético. En ese contexto, la AMAS se estaría dividiendo en dos áreas distintas, lo que complica aún más su estudio, al tiempo que las irregularidades magnéticas también afectan la interacción entre las partículas solares y la atmósfera.

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"Para minimizar los riesgos, se están rediseñando satélites con mayor blindaje y ajustando misiones espaciales para evitar las zonas de mayor radiación. Por el momento, no existe una solución para revertir la anomalía, ya que se trata de un resultado inevitable de la dinámica interna de la Tierra, por lo que su evolución continúa siendo impredecible", agregaron los científicos.
Pese a la gravedad potencial, los científicos descartaron que esta anomalía sea un indicio de una inversión inminente de los polos magnéticos. “Anomalías similares no provocaron cambios de polos en el pasado. Sin embargo, los países situados bajo esta zona de influencia deben estar preparados para un posible impacto en las tecnologías estratégicas. La AMAS, por ahora, sigue siendo uno de los grandes enigmas geofísicos del siglo XXI", concluyeron.
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