Al igual que una quinceañera se pregunta frente al espejo “¿qué me pongo?”, los bikers tenemos otra duda cuando estamos por montarnos en la bici: “¿Qué llevo?”. El equipo básico depende de qué tipo de salida vamos a realizar. No incluimos en esta descripción luces delanteras y traseras, guantes, lentes y casco porque son tan importantes como la bici misma.

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Las leyes de Murphy
En su inciso “bike” dicen: “Salir sin inflador es pinchadura segura”, y esto sin duda va a suceder en el lugar más alejado de nuestro recorrido. Por lo que anotamos: inflador. Es conveniente que tenga picos intercambiables para válvula de auto o “pico-Presta”, los
sistemás más populares. El inflador pueder ser común o doble acción, que infla mejor y rápido, y es más caro; también puede tener manómetro. ¿Mi opción después de miles de kilómetros y varios modelos diferentes?: el barato. Es liviano, se tarda más en inflar pero no nos preocuparemos si se golpea. Aparte, ¡hacemos un poco de bíceps!
Emparchado
Llevar cámara de repuesto, similar a las que tiene la bici. Verificar que la válvula no esté pegada, conviene tenerla dentro de una bolsa plástica con un mínimo de talco para que no se reseque. De otra manera, al inflarla puede rajarse en los dobleces y estallar.
Solución
El infaltable pomito. Lo ideal es trasladarlo en el clásico tubo de Redoxón, si no es común el estallido por aplastamiento dentro de las mochilas. A tener en cuenta: una vez que lo abrimos siempre se seca, por lo que debemos recambiarlo y tener uno 0 km encima.
Nota publicada en la edición 520 de Weekend, enero de 2016. Si querés adquirir el ejemplar, pedíselo a tu canillita o llamá al Tel.: (011) 5985-4224. Para suscribirte a la revista y recibirla sin cargo en tu domicilio, clickeá aquí.
28 de enero de 2016
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