"Salimos con el micro el viernes a la noche”. Esta frase era música para los oídos

65 años de la primera cumbre en el Everest 3c1042
de miles de pescadores durante la segunda mitad del siglo pasado. Es que las excursiones de pesca se habían popularizado tanto que, desde casi cualquier barrio y durante todo el año, algún organizador partía con su grupo a transportar ilusiones.
Estos viajes comenzaron con las primeras instituciones de pesca: el Club de Pescadores registra ya viajes, más de turismo que de pesca, por ejemplo, a Mar del Plata, en 1929; el Dorado Club agrupaba a pescadores de habla inglesa para llevarlos a diversos pesqueros en la misma década.
Historia de una pasión
Cuando el ómnibus fue ganando espacio desde el decenio de 1930, gracias a la pavimentación de las rutas y un énfasis en el transporte automotor por parte del Estado, no solo se afirmaron las empresas colectivas de pasajeros sino también los particulares que, entre otros objetivos, llevaban aficionados a lugares tan remotos para los porteños como Chascomús o Lobos.
La bonhomía económica de la clase media de la década de 1960 les dio un impulso a estos viajes, con micros más cómodos y salidas ya de un par de días. Lagunas como
Cochicó, Alsina o Chasicó recibían enormes caravanas de ómnibus. Es la época de auge de las excursiones de entidades, como el Automóvil Club Argentino, o particulares, como Russo, cerca de Constitución.
Algunos fenómenos socioculturales (entre otros: la información al instante, gracias a los celulares y las redes sociales; el a la compra de autos y la nafta barata; nuevas formas de recreación; desconfianza en la organización ajena; individualismo; depredación sin control) determinaron que cerraran muchos clubes y empresas organizadoras, y se ralearan las excursiones. Hoy día, sin embargo, especialmente a la luz de la crisis económica, está volviendo a aparecer esta simpática y eficaz manera de pescar en todo el país.
Datos claros
Lo primero que debe presentar una excursión de pesca es claridad en sus ofrecimientos, y también en lo que no brinda. La comunicación del paquete, por el medio que fuere, debe dejar constancia del lugar adonde se concurrirá, el medio de traslado (normalmente, micro, pero puede ser también combi o avión) y lo que brinda tanto en viaje como en destino. En esto se incluyen los beneficios de entretenimiento, alojamiento o alimentación, como la pesca misma.
Nota publicada en la edición 506 de Weekend, noviembre de 2014. Si querés adquirir el ejemplar, llamá al tel.: (011) 4341-7820 / 0810-333-6720. Para suscribirte a la revista y recibirla sin cargo en tu domicilio, clickeá aquí.
04 de noviembre de 2014
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