Ver volar a un F-22 es un show difícil de olvidar, pero esto se vuelve aún más increíble si se lo hace en cámara lenta, a una velocidad de 1.000 fotogramas por segundo. Esto es justamente lo que nos propone un video que fue grabado en 2020 en la base aérea de Elmendorf-Richardson, en Alaska.
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La demostración aérea de este caza de combate se filmó mediante una cámara Phantom Flex4K, que fue operada desde la puerta abierta de un helicóptero UH-60 Black Hawk, que se quedó suspendido a una altitud de unos 900 metros.
De hecho, se considera que los videos grabados a 1.000 fotogramas por segundo son a cámara superlenta, que en este caso particular se combina con las grabaciones hechas a 24 fotogramas por segundo.
Fuente: Sputnik Mundo
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