Amplia, moderna y con techos muy altos: cómo funciona la Terminal de Partidas de Ezeiza 5z1n6b

Como parte de las reformas a que se está sometiendo al Aeropuerto Ministro Pistarini, el pasado 17 de abril se inauguró la nueva Terminal de Partidas de Ezeiza, un lugar moderno, con su propio free shop y varios locales gastronómicos. Ahora nos tocó viajar al exterior y pudimos experimentar en primera persona cómo es el flujo y el movimiento de los pasajeros, para descubrir si es tan cómoda como anunciaron el el corte de cintas. Y si, lo es.

El aspecto futurista que le dieron en el diseño exterior está perfectamente justificado desde el interior, ya que al pasar las puertas automáticas inmediatamente se tiene la sensación de estar en un espacio grande, con techos altísimos y vidriados. Las pantallas con indicaciones sobre los vuelos están por todos lados, no así la identificación de los mostradores de la aerolínea, en nuestro caso Copa, que como se puede ver en las fotos estaban en un tono liso y sin logo de la aerolínea aún después de que empezaran el check in. A fuerza de preguntar encontré la cola correcta para entregar la maleta, mucho antes de que llegaran los empleados para hacer la tarea. Esa cola fue afuera del sector de mostradores, hasta que nos habilitaron a ponernos en una fila más ordenada los propios recepcionistas de Copa (quizás fallo de esta empresa pero que no explica la falta de señalización al respecto).

Después todo fue aguardar el turno, despachar la valija y subir al primer piso por una de las cuatro escaleras mecánicas que están muy cerca del ingrso (quizás para facilitarle el proceso a los que llegan tarde). En planta baja hay varios restaurantes y cafeterías, como Outback, especializado en comida australiana (por eso vale la pena mencionarlo, ya que tenemos que ir al aeropuerto tres horas antes del vuelo), muy bien puesto y de donde sale un aroma riquísimo.

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Ya en el primer piso, donde el techo sique estando altísimo y se puede ver el cielo, están el control aduanero y Migraciones, en espacios amplios y donde el personal policial es muy amable (un plus). Pasado el trámite de rigor y donde no funcionaban las máquinas automáticas para pasar el pasaporte (sí en el ingreso al país) nos encontramos con un único sector hacia las puertas, o sea que hay que caminar un trecho aunque en leve pendiente en bajada. Son 23 las mangas que existen, y este queda casi en la mitad.

Aquí también hay locales de comida, expendedores automáticos de bebidas y sándwiches, un gigantesco Dutty Free Shop muy bien equipado (recordamos que aunque las tarifas están en dólares, se puede pagar con la tarjeta de débito y pagar en pesos, sin los impuestos de importación e incluso retirar la compra en el regreso al país). Además de los restaurantes variados y hasta sitios de vino por copa o cerveza tirada, hay mucha amplitud para el lado de los asientos, así como muy buena iluminación y sectores de carga gratuita de celular o notebooks. El Wi Fi funciona muy bien y así la espera se hace más agradable. Incluso hay un sector de juegos infantiles, como en la otra terminal.
En resumen, da gusto usar esta terminal moderna, cómoda, amplia y con muchos sitios para sentarse que no tiene nada que envidiarle a las más grandes del mundo.