Te presentamos a Maip, el megaraptor más grande y más austral del mundo descubierto en Santa Cruz 6o3629

Un equipo de científicos del CONICET del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN) descubrió, en la provincia de Santa Cruz, los huesos del megaraptor más grande y más austral del mundo jamás conocido hasta el momento.

Según relataron los especialistas en un estudio publicado en Scientific Reports, este ejemplar carnívoro, de cuyo hallazgo también participaron dos paleontólogos de Japón, habría vivido en la Patagonia durante la época anterior a la extinción de los dinosaurios -el denominado Período Cretácico-, hace casi unos 70.000.000 de años.

Con una longitud que ronda entre los 9 y los 10 metros y un peso aproximadamente de 500 kilos, el hallazgo de este gigantesco dinosaurio que fue bautizado con el nombre de Maip macrothorax, tuvo lugar en la Estancia La Anita, ubicada a pocos kilómetros de la localidad de El Calafate, a mediados de marzo de 2020, muy pocos días antes de que se comenzara la pandemia del coronavirus. Aunque recién ahora fue anunciado y presentado oficialmente.

El término Maip refiere a un ser maligno de la mitología Tehuelche que habitaba en la cordillera y mataba usando el frío. Además, para los tehuelches, Maip representaba la sombra que deja la muerte a su paso. En tanto que la palabra macrothorax,  hace referencia a la enorme cavidad torácica que poseía este enorme dinosaurio.

Una de las cosas que más llamó la atención de los paleontólogos fue que la columna vertebral de este megaraptor  estaba compuesta por enormes vértebras interconectadas por un complejo sistema de músculos, tendones y ligamentos, que lograron reconstruir a partir de observar una serie de rugosidades y estrías en sus regiones articulares.

“La vértebra era gigante, y Maip tenía un tórax tan grande que había preservado partes blandas que no se suelen preservar. Tenía de largo lo mismo que mide un colectivo de línea y pesaba lo mismo que un elefante”, comentó Mauro Aranciaga Rolando, becario del CONICET y principal autor del estudio.

“Además, tenía cola larga y patas largas, lo que también corrobora que formaba parte de una especie de dinosaurios relativamente ágiles. Lo más característico de esta especie de dinosaurios son sus brazos: largos, gigantes, rematados por unas garras de hasta 35 centímetros de largo, con las que inferimos que agarraban y despedazaban a sus víctimas. Eran su arma principal, ya que sus dientes eran afilados, pero pequeños”, agregó el paleontólogo argentino.

Si bien los especialistas afirmaron que el hallazgo del esqueleto de este megaraptor es muy valioso, también reconocieron que todavía tienen muchas preguntas sin respuesta sobre sus costumbres y características físicas.

 “Los megaraptores son predadores bastante enigmáticos, y si bien Maip nos ayudó a atar varios cabos sueltos, en especial sus relaciones de parentesco con otros dinosaurios carnívoros, todavía quedan por dilucidar aspectos de su comportamiento de caza, por ejemplo cuáles habrían sido sus presas favoritas, entre otras cosas”, concluyó  Aranciga..