Desde hace mucho tiempo que se viene trabajando en la búsqueda de combustibles alternativos y limpios para reemplazar a los fósiles. Entre tantas propuestas que han surgido en los últimos tiempos, hay que destacar al e-diésel, un combustible sintético a base de agua y aire, materias primas increíblemente fáciles de encontrar.

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El e-diésel es un combustible que no genera emisiones de CO2 y es capaz de funcionar en motores convencionales. El mismo surgió en 2014 gracias a una alianza entre la marca alemana Audi y la empresa tecnológica Sunfire.

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Este tipo de combustible alternativo es un hidrocarburo que se produce a partir de agua y CO2. Para su desarrollo, el CO2 se obtiene de la atmósfera, que en combinación con el hidrógeno del agua permite crear un gasóleo sintético mediante un proceso de electrólisis.

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La principal ventaja del e-diésel es que es un combustible ecológico que se produce a partir de elementos abundantes en la naturaleza. Además, su uso no incrementa el CO2, principal responsable del efecto invernadero. Esto se debe a que el CO2 utilizado para la producción del combustible es mucho mayor a la que después se emite por el uso del mismo.

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La otra gran ventaja sobre este combustible es que se puede utilizar en los motores estándar de hoy en día, no se requiere de vehículos específicos o versiones especiales, como sucede con los autos eléctricos o híbridos.
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